Nicolas Jarry confiesa que su carrera tenística ha estado en el limbo: «El año más duro de mi vida».

El tenista chileno Nicolás Jarry realizó un extenso análisis de su temporada 2024 en el circuito profesional, la cual estuvo marcada por la neuronitis vestibular que le afectó desde el segundo semestre. 


Tras finalizar una campaña llena de altibajos, Jarry anunció que no continuará trabajando con su entrenador Juan Ignacio Chela. El segundo raqueta nacional destacó la final del Masters 1000 de Roma y cómo el problema médico le afectó en el equilibrio y la coordinación. En una entrevista con la ATP, el jugador de 29 años expresó que este año fue el más difícil de su vida, con muchas enseñanzas y aprendizajes. Jarry mencionó que su futuro en el tenis estuvo en duda debido a esta lesión, pero logró encontrar tranquilidad y motivación para el próximo año. A pesar de los desafíos, el \'Príncipe\' se mostró optimista y con fe en su recuperación, destacando su crecimiento personal y profesional.

El tenista chileno Nicolás Jarry realizó un extenso análisis de la temporada 2024 en el circuito profesional, campaña que estuvo marcada por la neuronitis vestibular que lo aquejó desde el segundo semestre.

El número 36 del ranking mundial puso la semana pasada fin a una temporada llena de altibajos y el miércoles anunció que no seguirá trabajando con el entrenador argentino Juan Ignacio Chela.

La final del Masters 1000 de Roma y el problema médico que le afectó el equilibrio y la coordinación marcaron el último año de la segunda raqueta nacional.

En una entrevista con el sitio oficial de la ATP, el santiaguino de 29 años se sinceró y entregó un balance de los últimos 11 meses.

“Es bien rico estar en casa después de dos meses… y después del año movido que he tenido, pero con muchas ganas de descansar y también de entrenar: de recargarme lo máximo posible para la pretemporada y después para el próximo año”, indicó de entrada.

El año fue una mezcla de emociones. Fue un segundo semestre muy batallado mentalmente, pero también crecí como ningún otro… Yo creo que ha sido el año más difícil de mi vida. Me ha sido mucho más duro que el 2020 con la suspensión, aunque ese haya sido mucho más dramático. Pero en general este fue más batallado ya desde la primera semana del año: no empezó muy bien con mi hijo con covid, teniendo que llevarlo a la clínica en Australia. Después perdiendo un partido muy batallado ahí, y luego teniendo que lidiar con cosas del tenis y distintas presiones”, añadió.


Respecto a la neuronitis vestibular, el nieto de Jaime Fillol señaló que “la segunda mitad del año vino la lesión del sistema vestibular. Pero también mucha enseñanza, aprendizaje, mejora, y, con lo difícil que ha sido, logré encontrar tranquilidad para apreciar toda mi vida el tenis”.

Incluso, Jarry sorprendió al decir que su futuro en el tenis profesional estuvo en el limbo por este problema físico. “Yo creo que tranquilamente podría haberme quedado sin jugar tenis por el resto de mi vida, y por eso estuve lidiando con muchas sensaciones”, dijo.

“Es una lesión muy diferente a todas… cuando uno tiene dolor de hombro, uno tiene dolor de hombro y no puede sacar y no puede competir y no entras a la cancha y listo. En mi caso, yo tenía que tener paciencia y tenía que seguir haciendo mi vida normal, pero de una manera totalmente diferente. Pero he sacado muchísimo aprendizaje y estoy muy contento con todo lo logrado fuera de la cancha. Todo el crecimiento que tuve, me da mucha motivación para el próximo año y más sabiendo que este creo que fue mi segundo mejor año de mi vida como tenista, en cuanto a ranking y prácticamente jugué un solo semestre”, complementó.

En la misma línea, el ‘Príncipe’ relató que “tuve que bajar mi exigencia cuatro mil revoluciones. Porque si no, no podía… iba a entrar en una depresión y hubiera sido mucho peor… y ahora puedo decir que terminé el año contento, que era un objetivo, tranquilo, disfrutando de la vida, de mi profesión y de mi familia. Nadie sabe cómo seguirá, todos los días voy mejorando y creo que está pudiendo ser algo más normal para mí, de tener la visión bien, poder seguir la pelota y leerla, qué pelota viene, a cuánta velocidad, etcétera, etcétera (…) Al final, tuve el año que tuve, con cuatro resultados y es mi segundo mejor año de mi vida”.

Ya pensando en el 2025, el ‘Nico’ declaró que “estos últimos dos meses yo sabía que no iba a estar bien. Pero pese a todo, siento que estoy jugando bien, lo sé, me falta mucho todavía, pero tengo mucha fe de que cuando se me logre ir esto, voy a haber dado muchos pasos adelante en cosas que eran extra a los resultados de tenis porque ahora soy muy consciente de la fuerza mental que tengo para salir de situaciones malas”.

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